Según denuncian el secretario general y el presidente de la Coordinadora de Defensa de los Presos Políticos Saharauis, Ahmed Sbai y Salek Bazaid
Santa Cruz de Tenerife.- “Burro número uno, burro número dos…”, así recuerdan Salek Bazaid y Ahmed Sbai, presidente y secretario general, respectivamente de la Coordinadora de Defensa de los Presos Políticos Saharauis, como los nombraban las autoridades marroquíes durante su estancia en prisión. Palizas, torturas y condiciones inhumanas durante años es el resumen de la situación de los presos saharauis de opinión en las cárceles de Marruecos. Civiles detenidos por manifestarse pacíficamente en el Sahara contra la ocupación marroquí y cuya realidad, estos dos activistas de Derechos Humanos y ex presos, han relatado al Servicio de Comunicación Saharaui en Canarias (SCSC).
¿Cuándo surgió la organización a la que representan y qué propició su nacimiento?
“Se constituyó en febrero de 2005, tres meses antes del comienzo de la Intifada saharaui en mayo del mismo año. Está compuesta por un grupo de ex prisioneros políticos saharauis que han vivido en su propia carne la violación de los Derechos Humanos de la población del Sahara y la situación real de los presos desde ese mismo lado de los barrotes de las celdas. Intentamos exteriorizar esa realidad, solidarizarnos con nuestros compatriotas, el resto de los compañeros que permanecen encerrados ”.
¿Cuántos presos políticos saharauis hay actualmente encerrados en prisiones marroquíes y cuál es su situación?
“Nuestros presos fueron detenidos por participar en manifestaciones pacíficas pidiendo el ejercicio del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, un derecho reconocido ampliamente por la legislación internacional y, en el caso saharaui, por numerosas resoluciones de las Naciones Unidas. En estas condiciones, permanecen encarcelados unos 30 ciudadanos saharauis. Su situación en las prisiones marroquíes, especialmente en la tristemente célebre Cárcel Negra de El Aaiún, es que padecen diariamente torturas, la privación de sus derechos, la ausencia de respeto a ninguna norma que tenga relación con los Derechos Humanos, palizas, violaciones continuas y unas condiciones sumamente difíciles en cuanto a espacio, higiene o las necesidades básicas de la persona”.
¿Son peores estas condiciones que las de los presos comunes marroquíes?
“Por supuesto, el régimen marroquí y sus autoridades de seguridad el Sahara es un problema que les daña mucho y nosotros somos considerados mucho peor que el resto de los presos. Nos aprietan mucho más en una permanente asfixia y los malos tratos son mucho mayores y habituales, arbitrarios y discriminatorios. Entre las medidas que toman las autoridades carcelarias está la de incentivar y movilizar a los presos comunes en contra de los prisioneros políticos saharauis en el interior de las celdas. Estas violaciones son aún más graves cuando no somos delincuentes, nos ha llevado a prisión la falta de libertad de expresión y la falta de democracia, reivindicar un derecho legítimo”.
¿Quieren decir que en el interior de las prisiones el régimen de Rabat utiliza a la población marroquí para atacar a los saharauis como sucede con los colonos introducidos en los territorios ocupados del Sahara?, ¿son agredidos directamente por los presos marroquíes?
“Sí, por supuesto, los presos marroquíes son usados para atacarnos. Marruecos trajo al Sahara un mar de colonos que dejó a los saharauis en una minoría amenazada porque las autoridades han movilizado permanentemente a esta población en contra de los ciudadanos autóctonos reales del territorio, nosotros. Hay varios ejemplos históricos que se saldaron con muertos y heridos en todas las ciudades del Sahara. En la cárcel sucede igual, en caso de conflicto siempre se defiende al marroquí. Los aleccionan y les dicen que somos separatistas, criminales y enemigos de Marruecos, que no nos pasen nada, que pueden hacernos lo que quieran”.
Recientemente, uno de los presos políticos saharauis, Yahya Mohamed El Hafez, estuvo a punto de perder la vida tras 64 días en huelga de hambre para exigir unas condiciones de encarcelamiento dignas, ¿se consigue con las huelgas que se respeten derechos como la atención sanitaria o la visita de familiares?
“Toda esta situación se debe a la actitud de las autoridades marroquíes. A menudo llega a un punto la presión a la que somete a nuestros presos que no queda otra alternativa que iniciar estas huelgas de hambre aún al coste de nuestra salud y nuestra vida. Ellos mantienen su indiferencia para demostrar que si muere un saharaui es mejor porque se deshacen de un problema. El mismo Yahya Mohamed El Hafez, casi después de morir por su huelga de hambre, recibió una nueva paliza y fue torturado con un compañero en el exterior del tribunal de Agadir que vio su apelación al pasado 24 de junio y eso se debe al eco internacional que tuvo su situación. No lo perdonan”.
¿Cómo valoran la respuesta de la comunidad internacional en casos como el de Yahya Mohamed?
“Mantenemos una relación muy buena con las organizaciones y organismos internacionales de defensa de los Derechos Humanos y desde hace un tiempo mantienen un seguimiento de cada caso desde el inicio de las huelgas hasta su resolución. De una manera o de otra, ya hay testigos, y esto es lo que verdaderamente alivia algo la situación. Las autoridades de las prisiones marroquíes están siguiendo una estrategia brutal y peligrosa: cuando la presión exterior es muy fuerte, ceden diciendo que van a conceder una parte o la totalidad de las reivindicaciones de los huelguistas como si fuera un regalo y una gracia, pero cuando se aparta la vista desde el exterior, vuelven a lo mismo”.
¿Qué balance hacen de la Intifada saharaui después de cuatro años de su inicio?
“Durante esta etapa histórica que comenzó en mayo de 2005 se puede constatar algo importante y positivo además de la repercusión internacional de nuestra situación, la actitud de los colonos marroquíes ha ido cambiando. Han dejado la lucha en manos de saharauis y fuerzas de seguridad. Ya dicen sin temor que los saharauis tenemos nuestros derechos y sólo reivindicamos lo nuestro. Está creciendo una cierta conciencia entre los colonos. Como decíamos, la Intifada también ha logrado reflejar hacia fuera la realidad de los territorios del Sahara ocupados por Marruecos. Antes, el Gobierno marroquí ejercía un bloqueo informativo total y hermético, pero ahora el mundo va sabiendo lo que sucede gracias a la difusión que ofrece Internet, ha sido una revolución para romper ese bloqueo. Hasta ahora Marruecos monopolizaba los medios y daba la imagen que quería”.
¿Cómo es un día en la vida de un preso político saharaui?
“Nos tenían nombrados con nombre de burro: burro número uno, burro número dos, burro número tres…como humillación. Desde la mañana y hasta la noche, nos mantenían con los ojos tapados y amordazados. Recibíamos palizas continuamente. No nos dejaban dormir, no nos dejaban comer y ni siquiera, rezar nuestras oraciones. A muchos nos tenían prohibido ir al baño y nos teníamos que hacer todo encima. Eso es sólo un día pero se repetía diariamente. También teníamos prohibidas las visitas, la asistencia médica. Nos daban una sopa, una sola comida, en la que solían flotar gusanos”.
El nuevo representante para el Sahara del Secretario General de las Naciones Unidas, Christopher Ross, acaba de finalizar una nueva gira por la región, ¿se puede acabar con la paralización que padece el conflicto?, ¿hay peligro inminente de una vuelta a la guerra?
“Desde el alto el fuego de 1991, los saharauis siempre hemos estado con la legalidad internacional y con la posición de las Naciones Unidas pero, después de tantas resoluciones y de tantos informes en contra de la postura de Marruecos sin ningún resultado, partiendo de esta pasividad y ambigüedad que mantiene la ONU no haciendo aplicar las resoluciones que ella misma aprueba, se queda abierta la alternativa de volver a las armas. Los saharauis deseamos con todo nuestro corazón y toda nuestra sinceridad que las cosas se solucionen con el diálogo y en paz pero creemos que va a ser difícil. En ese caso, lo que queda es la guerra. ¿Cómo puede un ser humano soportar ver diariamente que sus hermanas son violadas, sus niños torturados y sus ancianos maltratados? Es una humillación forzará al pueblo saharaui a llegar a su límite”.
El pueblo canario es un amigo y vecino tradicional del pueblo saharaui, ¿qué mensaje traen?
“Saludamos y agradecemos profundamente al pueblo canario su posición siempre cercana al pueblo saharaui. Todos nosotros tenemos conciencia de ello. Sólo le podemos pedir que siga en este camino junto a nosotros para fortalecer la presión sobre el invasor y que llegue la paz, para que se establezca en la región la estabilidad para todos los pueblos que vivimos en ella, cuando el pueblo saharaui se libere y recupere su derecho a construir su futuro, en el que contará como siempre con sus hermanos canarios. Para nosotros, la actitud del pueblo canario es una piedra importante de la construcción de nuestro país”. (SCSC)
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