martes, 11 de diciembre de 2007

UN ACERCAMIENTO A LA POESÍA

Las y los saharauis, esos hombres y mujeres cuya sonrisa espejea el sol y cuya hospitalidad es proverbial, tienen una poesía que ha ido cambiando en los últimos treinta años debido a los avatares de su historia de lucha, atravesada por la invasión marroquí y el exilio. En efecto, el 27 de febrero de 1976, a las pocas horas de la declaración de independencia de la República Árabe Saharaui Democrática, el reino de Marruecos y Mauritania le declararon la guerra para hacerse de sus riquezas en fosfatos, pesca y petróleo. Desde entonces el español dejó de ser la lengua colonia para convertirse para muchas jóvenes en la lengua de sus estudios, particularmente en Cuba y en España. Eso es, para convertirse en la lengua de su deseo.
La historia saharaui hunde sus raíces en la noche de los tiempos, pudiendo reivindicar cierta continuidad desde la época de las culturas neolíticas africanas; a la vez que es muy reciente, hija de un movimiento nacionalista anticolonialista que cuaja apenas en la década de 1970. La lengua nacional saharaui, el hasanía, es de origen bereber y árabe, amén que contenga préstamos de lenguas occidentales, como el español. Cuenta con una tradición poética oral que se transmite de generación en generación y que sigue brotando en la boca de jóvenes pastores nómadas, músicos, militantes del Frente POLISARIO, periodistas, etcétera.
Cuando en 1884, España se adueñó de esa porción del Sahara que se extiende frente a las islas Canarias, el castellano se convirtió en la segunda lengua de muchos saharauis. Después de la invasión marroquí, la población que encontró refugio en el suroeste de Argelia y empezó a organizar sus formas de gobierno en el exilio, planeó los estudios de los jóvenes que terminaban la primaria en los campos de refugiados con base en la solidaridad irrestricta de Cuba y del pueblo español. El castellano adquirió así una característica latinoafricana que se vuelca en la expresión de los poetas que lo han escogido como vehículo de su creación de sentimientos míticos.
En 2005, un colectivo de escritores saharauis fundó en Madrid la “Generación de la amistad”, un conjunto de voces poéticas que se han convertido en una nueva plataforma de expresión de la cultura saharaui. Ocho hombres y una mujer expresan en castellano su protesta y denuncia de la difícil situación impuesta al pueblo saharaui desde la invasión marroquí. Despojados de casa y patria, gritan lo que sienten y al hacerlo construyen una balsa de versos para sobrevivir al naufragio en el océano de los recuerdos.FRANCESCA GARGALLO.

"Yo bebí los versos de la madera".
autor: LIMAM BOICHA

En mi infancia yo bebí
los versos de la madera.
Un almurabit me enseñó
a fundirlos en el alma.
En su mano colocó
una lisa madera,
castaño de rostro bello.
Con tinta de carbón
empapaba su fina pluma.
Escribía versos
en la memoria de la madera.
Después de las lecciones
vertía agua en la poesía.
Un caudal de versos descendía.
"Tómatelo todo-dijo-
para que fecunde tu mente".
En mi infancia yo bebí
los versos de la madera.
Un almurabit me enseñó
a fundirlos en el alma.

1 comentario:

Poemario por un Sahara Libre dijo...

Os animamos a visitar la web del grupo:

http://www.generacionamistadsaharaui.com/

Un abrazo