14 de Noviembre
Una fecha al azar,
Una mancha de pluma,
Inmisericorde,
Para la eternidad.
Hace treinta y tres años, se cocía en la trastienda de la legalidad una trama maquiavélica digna de un puesto destacable entre los más ominosos episodios de la historia de este país. Culminó con la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid del 14 de Noviembre, en virtud de los cuales España cedía el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania.
Esperaba el gobierno de Arias Navarro matar dos pájaros de un tiro: quitarse el engorro de celebrar el referéndum de autodeterminación, como dicta la ley internacional, amén de unos ciudadanos díscolos, y recibir pingües beneficios materiales, un porcentaje de la producción de fosfatos de las minas abiertas de Bucraa.
¿Ampara alguna ley el abandono y la cesión de una colonia a otra potencia en un proceso de descolonización?
No.
¿Justifica la delicada situación política española del momento la decisión tomada?
No.
¿Qué ha ganado España material o moralmente?
Nada.
Más grave aún. ¿Qué consecuencias ha reportado a los ciudadanos de ese territorio?
La guerra. Los desaparecidos. El exilio..
¿Puede el gobierno español hacer algo para reparar el daño propio y ajeno?
Sí.
¿Qué espera?
Alguien irrumpió
En esta tierra
Para cazar falenas
Para destruir la semilla
De los nidos en peregrinación
Tras dieciséis años de guerra, se firmó el acuerdo de paz entre Marruecos y la RASD. Se ultimaban los preparativos para la celebración del ansiado referéndum de autodeterminación bajo los auspicios de una misión especial de Naciones Unidas, la MINURSO. La euforia nos hizo preparar los baúles del retorno, pronto se desmantelarían.
Basta!, porque hay
un anhelo que ya no espera más.
En 2005, los saharauis se cansaron de esperar la reacción de la indolente misión especial de Naciones Unidas. Salieron a reclamarlo en manifestaciones pacíficas por las calles de las ciudades ocupadas, a pesar de las duras represalias.
Porque aunque se han secado
Las fuentes de la húmeda paciencia
Aún nos queda una gota de rabia
Quemándonos las gargantas
Desde la firma del acuerdo de paz en 1991, se han diseñado planes de paz, se han sucedido varios representantes especiales del Secretario General de NNUU, se han celebrado rondas de negociaciones….Un abultado deber, para un haber en números rojos en la cuenta saharaui. Tanto las iniciativas propias como las foráneas chocan contra la intransigencia del gobierno marroquí.
Existimos traduciendo el jeroglífico de las eternas inclemencias.
Existimos con empírica constancia y calendario.
Existimos cabalgando sobre la grupa del tiempo.
Existimos contra los pronósticos.
Simplemente, existimos.
¿Cómo nos sentimos los saharauis? Hartos del exilio, hartos de la represión, hartos de exigir lo obvio, hartos del ninguneo, hartos.
No quiero alimentar el perpetuo mañana
Con la rutina de hoy,
Ni abrir con la misma llave
La misma puerta de este calendario.
¿Será la vuelta a las armas la única forma de dejar este involuntario papel de víctimas? ¿Será el lenguaje de la violencia el más fructífero para hacer llegar nuestro mensaje de paz? ¿Si vis pacem para bellum milenios después?
Algunos saharauis piensan que sí. La pasión de los olvidados.
Para ir rompiendo las ataduras de este presente
Que me personifica con el silencio de las piedras.
…
Pobre de mí,
Que no lloro ni me enfado.
Resecado del bullicio ajeno
He perdido la noción del tiempo.
Zahra El Hasnaui
*Foto: pegatinas (Lefrig, Museo de la Resistencia del pueblo saharaui)
Una fecha al azar,
Una mancha de pluma,
Inmisericorde,
Para la eternidad.
Hace treinta y tres años, se cocía en la trastienda de la legalidad una trama maquiavélica digna de un puesto destacable entre los más ominosos episodios de la historia de este país. Culminó con la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid del 14 de Noviembre, en virtud de los cuales España cedía el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania.
Esperaba el gobierno de Arias Navarro matar dos pájaros de un tiro: quitarse el engorro de celebrar el referéndum de autodeterminación, como dicta la ley internacional, amén de unos ciudadanos díscolos, y recibir pingües beneficios materiales, un porcentaje de la producción de fosfatos de las minas abiertas de Bucraa.
¿Ampara alguna ley el abandono y la cesión de una colonia a otra potencia en un proceso de descolonización?
No.
¿Justifica la delicada situación política española del momento la decisión tomada?
No.
¿Qué ha ganado España material o moralmente?
Nada.
Más grave aún. ¿Qué consecuencias ha reportado a los ciudadanos de ese territorio?
La guerra. Los desaparecidos. El exilio..
¿Puede el gobierno español hacer algo para reparar el daño propio y ajeno?
Sí.
¿Qué espera?
Alguien irrumpió
En esta tierra
Para cazar falenas
Para destruir la semilla
De los nidos en peregrinación
Tras dieciséis años de guerra, se firmó el acuerdo de paz entre Marruecos y la RASD. Se ultimaban los preparativos para la celebración del ansiado referéndum de autodeterminación bajo los auspicios de una misión especial de Naciones Unidas, la MINURSO. La euforia nos hizo preparar los baúles del retorno, pronto se desmantelarían.
Basta!, porque hay
un anhelo que ya no espera más.
En 2005, los saharauis se cansaron de esperar la reacción de la indolente misión especial de Naciones Unidas. Salieron a reclamarlo en manifestaciones pacíficas por las calles de las ciudades ocupadas, a pesar de las duras represalias.
Porque aunque se han secado
Las fuentes de la húmeda paciencia
Aún nos queda una gota de rabia
Quemándonos las gargantas
Desde la firma del acuerdo de paz en 1991, se han diseñado planes de paz, se han sucedido varios representantes especiales del Secretario General de NNUU, se han celebrado rondas de negociaciones….Un abultado deber, para un haber en números rojos en la cuenta saharaui. Tanto las iniciativas propias como las foráneas chocan contra la intransigencia del gobierno marroquí.
Existimos traduciendo el jeroglífico de las eternas inclemencias.
Existimos con empírica constancia y calendario.
Existimos cabalgando sobre la grupa del tiempo.
Existimos contra los pronósticos.
Simplemente, existimos.
¿Cómo nos sentimos los saharauis? Hartos del exilio, hartos de la represión, hartos de exigir lo obvio, hartos del ninguneo, hartos.
No quiero alimentar el perpetuo mañana
Con la rutina de hoy,
Ni abrir con la misma llave
La misma puerta de este calendario.
¿Será la vuelta a las armas la única forma de dejar este involuntario papel de víctimas? ¿Será el lenguaje de la violencia el más fructífero para hacer llegar nuestro mensaje de paz? ¿Si vis pacem para bellum milenios después?
Algunos saharauis piensan que sí. La pasión de los olvidados.
Para ir rompiendo las ataduras de este presente
Que me personifica con el silencio de las piedras.
…
Pobre de mí,
Que no lloro ni me enfado.
Resecado del bullicio ajeno
He perdido la noción del tiempo.
Zahra El Hasnaui
*Foto: pegatinas (Lefrig, Museo de la Resistencia del pueblo saharaui)
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